Buen fin de semana, aunque con el tiempo que esta haciendo de bueno poco. Pero tranquil@s tengo la solución.
Si tenéis planes para este fin de semana pasarlo muy bien sino tengo una propuesta que seguro os va a gustar.
Como os dije aquí traigo esta receta que podéis hacer cualquier día ya que es un bizcocho muy ligero y
jugoso, a mi siempre me ha dado muy buenos resultados.
El de hoy lleva incorporados unos corazones muy apropiados para este fin de semana de San Valentín.
Ingredientes para la plancha de bizcocho:
- 50 g. de leche.
- 50 g. de aceite.
- 4 yemas de huevo.
- 70 g. de azúcar.
- 80 g. de harina.
- 4 claras de huevo.
- 1 pizca de sal.
Mezclamos ayudándonos de un robot de cocina la leche, el
aceite, las yemas de huevo, el azúcar, la
harina y la pizca de sal hasta que estén todos los ingredientes bien
integrados.
Montamos las claras a punto de nieve y las vamos incorporando a
la mezcla anterior ayudándonos con una paleta de silicona, poco a poco y con movimientos envolventes.
Echamos en un bol como 8 o 9 cucharadas soperas de la mezcla y
la teñimos. Lo metemos en una manga pastelera y sobre un papel de horno vamos haciendo los corazones (para ayudaros a hacer los corazones podéis poner un dibujo debajo del papel de horno).
Precalentamos el horno a 170 grados y metemos los corazones
durante 10 minutos, añadimos el resto de
la mezcla extendiéndola por toda la plancha del horno y volvemos a hornear otros 10 minutos.
Es un
bizcocho que se hace enseguida por eso debéis estar bien atent@s a la
cocción.
Al sacarlo, lo ponemos sobre un paño de cocina ligeramente humedecido y lo enrollamos sobre sí mismo dejándolo enfriar.
Para el relleno:
- 200 ml. de nata líquida (35% de materia grasa).
- 200 g. de chocolate blanco (Nestlé).
- 25 g. de mantequilla.
Montamos la nata con las varillas que previamente habremos tenido en el congelador unos 15 minutos.
Ponemos al baño maría la mantequilla y el chocolate troceado y
una vez que está todo bien mezclado lo dejamos enfriar para poder mezclarlo con
la nata ya montada de esta manera obtenemos el relleno de trufa blanca para nuestro
bizcocho.
Rellenamos con la trufa y enrollamos el bizcocho, lo mantenemos
en la nevera hasta su degustación.
La trufa blanca combina muy bien con este tipo de bizcocho y lo mejor es que obtenemos un resultado muy cremoso y adictivo ya que sabes cuando empiezas pero no cuando acabas.
Otra opción muy sabrosa es hacer toda la plancha igual, sin detalles, cortarlo en porciones y echarle una crema de limón por encima o un ganaché de chocolate negro.
Seguro que os gusta mucho tanto hacerlo como comerlo, además si
tenéis niños en casa pueden ayudaros en el momento de decorar vuestro bizcocho echando
cucharadas de masa ya teñida y haciendo
la forma que más les guste.
Feliz fin de semana y al mal tiempo buena cara.
Besitos dulces.
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