domingo, 13 de abril de 2014

Pan de molde integral con semillas.

¿Qué tal? Esta vez os traigo una receta de pan que sale buenísimo y no vais a poder evitar estar picoteando constantemente hasta que de repente digáis: Huyyyy pero ¿qué ha pasado con el pan?

PUES CLARO SE HA TERMINADO.

El siguiente os aseguro que lo haréis más y más grande.


Bien relleno de semillas esta más bueno aún.


Os cuento la receta


Prefermento:
  • 100 g de agua tibia.
  • 130 g de harina de fuerza.
  • 20 g de levadura fresca de panadero.


Comenzamos deshaciendo la levadura en el agua tibia y vamos haciendo una bola con la harina.

Ahora podéis hacer dos cosas, poner la bola que habéis hecho en un lugar templado y esperar a que doble su volumen, o bien, sumergirla en agua tibia y ver como en 15 minutos aproximadamente dobla su volumen y comienza a flotar y en este punto es cuando la podemos utilizar.



Masa: 
  • 100 g de harina de fuerza.
  • 200 g de harina integral.
  • 10 g de sal.
  • 150 ml de leche entera a temperatura ambiente.
  • 50 g de mantequilla en pomada.
  • Una cucharada sopera de miel.
  • Semillas variadas.
  • Aceite de oliva para engrasar el molde.
Elaboración:

Mezclamos en un bol las dos harinas, añadimos la sal, la mantequilla y la leche vamos amasando con los dedos hasta que se mezcle todo y conseguir una bola.

Estiramos la bola y ponemos en el centro el prefermento cerramos y seguimos amasando nos tiene que quedar una masa firme, pero suave y flexible.

Continuamos amasando, tras cada amasado haremos un reposo de 15 minutos. Repetiremos esta operación hasta que la masa este lisa y sin grumos.

Cuando consigamos esto  la dejamos reposar en un lugar templado hasta que doble su volumen.

Engrasamos el molde y colocamos dentro la masa ajustándola al tamaño y forma de este. Dejamos reposar durante una hora y media.



Echamos la miel en un cuenco la añadimos un poquito de agua removemos y con una brocha de silicona pincelemos el pan por encima y a continuación añadimos las semillas.
Precalentamos el horno a 250 grados . Horneamos 30 minutos a 200 grados.

Cuando este listo lo desmoldamos sobre una rejilla y lo dejamos enfriar.


Podéis usar moldes especiales para panes, que vienen con tapa y de esta manera la corteza queda más plana, pero también se puede utilizar como en este caso moldes para cake, y así sube cuando se hornea y le sale esta graciosa corteza redondeada.


Además se queda crujiente y dorada gracias a la capa de miel que se le echa antes de hornear.



Al salir del horno esta muy tierno, por ello debéis esperar a que se enfríe del todo para que no se os rompan las rebanadas.


Como veis queda muy, muy esponjoso por dentro. Y aguanta todo lo que os apetezca meterle dentro.



Y aquí como podéis ver esta el resultado y recompensa  final de todo el esfuerzo y trabajo realizado.

Esta el la parte más fácil lo rellenáis con lo que más os guste y a COOOOOMERRRR.

Mmmmm estaba todo riquísimo. Os lo puedo asegurar.

Nos vemos muy pronto.

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