Hay tres mitos principales sobre la creación del brownie.
El primero, que un chef añadió accidentalmente el chocolate derretido a la masa de galleta.
El segundo, que un cocinero se olvidó de añadir levadura a la masa.
El tercero, la creencia más popular, que un ama de casa no tenia polvo de hornear e improviso unas tortas aplanadas con chocolate y nueces.
El segundo, que un cocinero se olvidó de añadir levadura a la masa.
El tercero, la creencia más popular, que un ama de casa no tenia polvo de hornear e improviso unas tortas aplanadas con chocolate y nueces.
El brownie es un pastel de chocolate pequeño que se llama así por su color marrón oscuro, o brown
en inglés.
Lo podemos cubrir con chocolate y helado de vainilla, puede llevar dentro trocitos de nueces, chocolate, toffe crujiente o mantequilla de cacahuete.
Y si lo calentamos ya el sabor es una delicia.
Y si lo calentamos ya el sabor es una delicia.
Ingredientes:
- 160 g de mantequilla.
- 250 g de chocolate negro en trozos.
- 160 g de azúcar blanco.
- 140 g de azúcar moreno.
- 3 huevos.
- 120 g de harina.
- 100 g de chips de chocolate negro.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 100 g de nueces.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos un molde de 20 cm.
Derretimos a fuego lento la mantequilla y los trozos de chocolate, dejamos templar.
Batimos los dos azúcares junto con los huevos y la vainilla hasta que la mezcla este bien integrada y esponjosa.
Incorporamos poco a poco el chocolate derretido, sin dejar de batir en ningún momento.
A continuación echamos la harina y mezclamos hasta que la masa sea homogénea.
Añadimos los chips de chocolate y las nueces.
Echamos la mezcla en el molde esparcimos por encima trozos grandes de nueces y chocolate. Horneamos durante 40 minutos, veremos que se hace una costra y además cuando pinchemos con un palillo este saldrá limpio, siendo este el momento para sacarlo y dejarlo que se enfríe.
Podéis sustituir la harina por integral y el azúcar por fructosa (sumáis el total del azúcar y la dividís entre diez y os sale la cantidad de edulcorante en polvo que tenéis que echar).
Podéis sustituir la harina por integral y el azúcar por fructosa (sumáis el total del azúcar y la dividís entre diez y os sale la cantidad de edulcorante en polvo que tenéis que echar).
Os aseguro que de sabor está buenísimo, con estos cambios y quien no pueda tomar azúcar podrá comerlo sin ningún problema.
Besosssss
Beatriz
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