Pan integral de semillas de lino y girasol.

Holaaa heee vueltooo 

Después de algún tiempo sin hacer ninguna entrada en el blog, a veces no da la vida más de si, os traigo una receta de pan integral con semillas.

No podéis percibir el olor pero os puedo asegurar que es delicioso, y con un toque dulzón. Muyyy recomendado para las tostadas del desayuno, bueno o para cuando os apetezca.

La miga es muy esponjosa y aunque se tiende a afirmar que esta engorda, ya os digo que NO ya que el pan no contiene grasas por lo que, tanto la corteza como la miga contienen las mismas proteínas, minerales, vitaminas y fibras.

Además esta receta es doblemente saludable por que incluye en sus ingredientes semillas de lino, que ayudan en el proceso de digestión, tienen gran variedad de minerales, vitaminas y omega 3.

Dicho todo esto, que espero que os venga bien como información general, vamos a la receta.

Ingredientes:

• 500 g de harina panadera integral ecológica.
• 250 g de harina de fuerza.
• 40 g de semillas de lino.
• 40 g de semillas de girasol.
• 60 g de azúcar.
• 15 g de sal.
• 20 g de levadura fresca.
• 450 ml de agua tibia.
• Mezcla de semillas para impregnar el pan.

Elaboración:

Comenzamos pesando todos los ingredientes.

En un bol mezclamos las dos harinas, las semillas, el azúcar, la sal y la levadura desmenuzada.

Hacemos un volcán y echamos la mitad del agua. Comenzamos a mezclar con las yemas de los dedos, a medida que vamos integrando la masa vamos añadiendo un poco más del agua que hemos pesado, hasta que finalmente terminamos de echarla toda.

Cuando tengamos una bola de masa, la dejamos reposar 10 minutos en el mismo bol.

Pasado este tiempo hacemos cinco plegados y reposo de 10 minutos a la masa, repetimos esta operación tres veces más.

Cambiamos de bol y echamos unas gotas de aceite en el fondo ponemos la masa de pan y tapamos el bol con film, dejamos reposar y doblar volumen durante 2 horas, según la temperatura que tengáis en casa puede que este proceso se acelere o se atrase. Hay que tener paciencia, al final sale todo bien.

Una vez que ha doblado su volumen, lo sacamos del bol, con cuidado de no rasgar la masa, simplemente dejándola caer sobre la encimera. La encimera previamente la habremos impregnado ligeramente con aceite, así como, las palmas de las manos.

Amasamos durante unos minutos, sin hacer mucha fuerza utilizando el talón de la mano.

A continuación cortamos la masa en cuatro trozos similares, si queréis podéis pesarlos para que salgan exactamente iguales, sino, a ojo.

Boleamos cada trozo procurando que dejemos bien cerradas las bolas, para que una vez en el horno el pan crezca mejor y de manera uniforme.

Echamos las semillas en una bandeja y vamos pasando las bolas por ellas para que se impregnen bien.

Las bolas que vamos a poner en el medio solo las pasamos por las semillas alrededor, pero las que van a estar en los extremos, solamente dejamos sin semillas uno de los laterales.

Untamos un molde alargado con unas gotas de aceite y vamos colocando las bolas intentando que se queden pegadas, sino, no os preocupéis ya que en el último levado se pegaran entre si.

Tapamos con film y dejamos el pan en un lugar cálido, hasta que vuelva a doblar su volumen.

Cocción:
Precalentamos el horno durante 15 minutos a 200º y cocemos el pan con calor arriba y abajo durante 40/45 minutos. El tiempo va a depender del horno de cada una/o.

Si durante la cocción se os tuesta mucho el pan bajar la temperatura a 180º, poner calor solo abajo y cambiar la bandeja a una posición más baja en el horno.

Debéis tener cuidado con los panes que tienen semillas, pipas.. ya que por un calor excesivo puede que estas se os quemen.

Para saber si esta hecho, darle unos golpecitos con una cuchara y si suena a hueco ya esta cocido.

Ahora solo queda sacarlo y dejarlo enfriar en una rejilla, eso si podéis esperar, ya que cuando se hace pan entran unas ganas locas de cortarlo y probarlo enseguida.

Espero que os guste la receta y os animéis a hacerlo.

Besosss

Bea